Placa Roja de Crónica anticipa la fin del mundo.

Conmoción mundial por el anuncio del canal de cable de Héctor Ricardo García. Al parecer el culpable fue un operario bastante jodón.

La noticia sorprendió a todos. Primero a los televidentes, que recibieron la noticia de primera mano.
Más tarde, canales de noticias de todo el mundo se hicieron eco del suceso y éste cobró repercusión mundial.
El pánico tomó las calles en ciudades tan disímiles como Beijing, Madrid y Caraza.
¿Y Boston?
Si, en Boston también cundió el terror. Incontables cantidades de suicidios en masa, robos, asesinatos, orgías y demás desmanes se sucedieron. Un coreano casi se tropieza. Tras horas y horas de caos, llegó la confesión.
En un comunicado oficial escrito de puño y letra por Jorge Jacobson y leído por el coiffeur y estilista Miguel Romano el canal responsabilizó a un bromista operario de placas (plaquero) que, tal vez inducido por el consumo de sustancias ilícitas, tal vez por encontrarse embebido o tal vez por ser medio pajero, se "mandó un moco de puta madre", como rezó el comunicado.
El plaquero criminal fue identificado como Luis Alfredo Potto, de 43 años y tez morena. Según datos aportados por la Policía Federal, Potto sería un ex-beodo, ex-convicto y estaría un poco ex-cedido en peso, o, como lo definió el mismísimo cabo Torres de la P.F.A.: "Era un gordo borracho de mierda, y ademá etuvo en naca".
La placa roja que provocó el batifondo.
Potto fue detenido y extraditado a una corte marcial en La Haya. Allí, veinticuatro miembros de la corte lo encontraron culpable de los delitos de Incitación al suicidio, Publicidad fraudulenta, Estafa agravada, Hurto, Alieniación, Cohorto, Cohesión, Cohete, Correte, Copete, Cometa, Evasión Fiscal, Impronta y Cacapete, y además fue condenado por crímenes de lesa humanidad y por apropiarse de millones de dólares de los fondos públicos durante la época menemista.
Un juez desde Punta del Este dijo: "Con el encarcelamiento de este sujeto se terminaron todos los males de la humanidad y la sociedad toda se regocijará al enterarse por fin quien fue el que se mandó todas las macanas juntas en este país y el mundo entero". Potto fue condenado a morir en la silla eléctrica, con inyección letal, decapitación y crucifixión, todo junto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno soyyyy unaaa tonta placa roja